¡Vainilla!
Sí, créenos, la vainilla merece un signo de exclamación. ¿Qué sería de tus mezclas favoritas de Ben & Jerry's sin ella? No sólo la encuentras en el nuevo Vainilla Pecan Blondie sino que también la encontrarás en lugares insólitos, como el Chocolate Fudge Brownie.
En Ben&Jerry's, la importancia que le damos a la vainilla y nuestro deseo de obtener la mejor de Comercio Justo es crucial. Eso hace que el helado sea más delicioso, por supuesto, pero también tiene un beneficio adicional de importancia crítica: contribuir a dar un trato y calidad de vida digna a muchos productores de vainilla y a sus comunidades.
UNA FLOR COMPLEJA
La vainilla procede de orquídeas que originalmente sólo crecían en América Central. Dato curioso: las "vainas" o "granos" de vainilla son en realidad frutos, una especie de bayas.
No fue hasta mediados del siglo XIX cuando los europeos empezaron a cultivar con éxito la vainilla en otros lugares del trópico. Sólo había una pega: cada flor tenía que ser polinizada a mano. De lo contrario, no había frutos.
Verás, había una pequeña abeja responsable de polinizar las orquídeas originales en América Central, pero esa abeja no vive en ningún otro lugar del mundo. Por esta y otras razones, el cultivo y la producción de la vainilla siguen siendo insoportablemente complejos y laboriosos hasta el día de hoy.
TRABAJO DURO
El comercio de la vainilla está dominado por el país de Madagascar, aunque también es un cultivo importante en Uganda y otros países tropicales. La mayor amenaza colectiva a la que se enfrentan los cultivadores de vainilla puede ser la amplia preferencia del mercado por la vainilla sintética, o artificial, más barata. De hecho, la "vainilla" que aparece como ingrediente en la mayoría de los alimentos, bebidas y cosméticos que se venden hoy en día es en realidad vainilla sintética. (¿Quieres la auténtica? Busca las etiquetas que dicen "extracto de vainilla" y ni caso a las que dicen "esencia de vainilla").
Imagina que eres un agricultor. No sólo tienes que polinizar minuciosamente a mano cada una de las flores de tu tierra cada año y enfrentarte a los brutales caprichos del clima y del cultivo (maduración, cosecha, fermentación), todo lo cual requiere tu atención constante. Pero además, tienes que preocuparte por un mercado global que prefiere mayoritariamente una versión mucho más barata y esencialmente falsa de tu cosecha.
A pesar de que la vainilla sigue siendo, junto al azafrán, la especia más cara del mundo, la mayoría de los agricultores no conocen más que el trabajo duro y la pobreza más absoluta.
LA REVOLUCIÓN DEL COMERCIO JUSTO
Una cooperativa de vainilla con la que trabajamos estrechamente es la Rwenzori Farmers Cooperative Union de Uganda. Los agricultores han pasado por muchas cosas, como la confiscación de sus tierras por el despiadado dictador Idi Amin en la década de 1970. Cuando se las devolvieron 20 años después, empezaron a trabajar la tierra en pequeñas parcelas, lo que dio lugar a una cosecha de mayor calidad, pero dejó a cada agricultor más vulnerable. Pronto se dieron cuenta de que, para tener éxito, tenían que unirse.
La obtención de la certificación de Comercio Justo ha generado estabilidad y prosperidad. Los precios de la vainilla tienden a oscilar entre el auge y la caída, pero la estructura de precios del Comercio Justo garantiza que los agricultores obtengan un beneficio decente cada año. Muchas familias han podido empezar a ahorrar dinero y construir casas de ladrillo o cemento. La mayoría de los miembros de la cooperativa tienen ahora también un teléfono móvil, lo que supone una gran ventaja en su remota zona.
La comunidad decide democráticamente cómo utilizar la prima de Comercio Justo, que es el dinero "extra" que la cooperativa recibe además del pago por su cosecha. Dado que las escuelas públicas de su región están por debajo de la media, los agricultores utilizan la prima para pagar las tasas de las escuelas privadas, ya que creen que una mejor educación hará que sus hijos tengan las oportunidades que ellos nunca tuvieron.
Pero la prima ha tenido beneficios incluso de mayor alcance:
- La prosperidad y el aumento de la colaboración entre las familias y dentro de ellas han provocado una notable reducción de la violencia doméstica.
- Las mujeres de la aldea han visto mejorar su posición al tomar la delantera en más asuntos que afectan a la comunidad.
- Y los talleres regulares de formación en técnicas agrícolas y microfinanciación, por ejemplo, han ayudado aún más a las mujeres a hacerse oír.
EL FUTURO
Los 2.500 miembros de la Unión de Cooperativas Agrícolas de Rwenzori han visto y experimentado de primera mano los efectos transformadores de la certificación de Comercio Justo. Y ahora miran hacia el futuro. Algunos agricultores incluso están investigando si también pueden certificar su café como Fairtrade. Y aquí, en Ben & Jerry's, seguimos invirtiendo en la Unión de Cooperativas de Agricultores de Rwenzori y trabajando con ellos para mejorar su productividad, su capacidad organizativa y su impacto medioambiental.
Así que, aunque la mayoría de las veces pensemos en la vainilla, si es que pensamos en ella, como un ingrediente más del helado que nos gusta, los agricultores de Uganda y otros lugares la ven como el camino hacia la felicidad y la prosperidad de sus familias. Lo que, en nuestra opinión, ¡hace que cada cucharada tenga un sabor mucho más dulce!
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Recuerda: cuando compras productos con el Sello FAIRTRADE (el símbolo verde y azul que ves en cada una de nuestras tarrinas), estás ayudando a los pequeños agricultores a sobrevivir, e incluso a prosperar, en el caótico y abrumador mercado mundial. Adquirir productos con el Certificado de Comercio Justo puede parecer un pequeño gesto, pero construye una gran diferencia.