Desde hace siete años, Dragones de Lavapiés es un club deportivo que representa a un barrio súper diverso. Su misión está clara: Tejer, a partir del deporte y la competición, lazos de solidaridad, respeto y comunidad. ¡Porque el futbol hace soñar y los sueños mueven el mundo! Te contamos su historia completa a continuación.
1. ¿Qué es Dragones de Lavapiés?
Dragones de Lavapiés es un club deportivo que representa a un barrio muy diverso. Nuestras jugadoras y jugadores proceden de más de 51 países diferentes, ¡somos 320 personas de todas las edades!
Los dragones y las dragonas tenemos conciencia global y jugamos a fútbol en el barrio por los 17 ODS. Nuestra misión es tejer, a partir del deporte y la competición, lazos de solidaridad, respeto y comunidad.
2. ¿Cómo nace el Club?
Un club de fútbol nace todos los días. Es algo muy vivo y cada partido es el primero de una nueva etapa, de una nueva narrativa que es co-creada entre jugadores, entrenadoras y familias. Pero, hace siete años, nos inscribimos en el registro de entidades deportivas con la intención de proporcionar una alternativa a las familias del barrio que fuera asequible económicamente, que estuviese abierto a todos y todas, incluidos los niños rechazados en otros equipos por no superar las pruebas físicas o por indisciplina y por supuesto, a las chicas. Al mismo tiempo queríamos ganar partidos y ser atractivos.
3. ¿Por qué escogisteis el fultbol?
El fútbol hace soñar. Los sueños mueven el mundo.
4. ¿Quién participa en los equipos?
En la actualidad hay 21 grupos: 18 de niñas y niños y 3 de adultos. Nos gusta mucho que las madres que acompañaban a sus hijos a los partidos hace tres años dijeran: "ahora los goles los marcamos nosotras" y se vistiesen la camiseta. Desde entonces juegan, entrenan y compiten en la liga 'Fulanita de Tal'.
Los niños y niñas proceden de colegios de todo el barrio, públicos y concertados, pero también vienen de otros sitios. Algunos niños tuvieron que marcharse por la subida de precios en el centro de Madrid pero siguen jugando en su equipo. También hay bastantes niños de un colegio italiano donde trabaja nuestra directora técnica.
Especialmente en los equipos juvenil y senior juegan refugiados y refugiadas que participan en programas de acogida con organizaciones como CEAR, ACCEM o Diagrama.
5. ¿Qué pretende conseguir Dragones de Lavapiés?
Queremos demostrar que la diversidad nos enriquece y nos ayuda a ser más respetuosos con los demás y con el planeta. Por eso defendemos los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
6. ¿Cómo logra el Club conseguir sus propósitos?
Con la convivencia, generando espacios no sólo sociales: con la ayuda del Ayuntamiento de Madrid y otras organizaciones conseguimos construir una cancha en el medio de la ciudad. Durante algunos años estuvimos jugando casi a oscuras y en el barro pero ahora es un lugar único donde las mujeres se sienten seguras y ponen en marcha nuevos proyectos de gimnasia, defensa personal o walking football.
7. ¿Qué cambios os gustaría ver en la sociedad?
Exigimos una sociedad más justa donde no exista la discriminación ni la violencia por ser mujer, afrodescendiente o transgénero. También nos gustaría conseguir una sociedad inteligente y respetuosa con el medio ambiente.
8. ¿Quiénes son vuestros referentes?
En Nueva York, South Bronx United ha conseguido crear programas que unen fútbol y estudios y que consiguen un futuro mejor para sus jugadoras y jugadores. Ganaron hace un año el premio Laureus. Cuando nos nominaron a los premios Beyond Sport estuvimos viendo una de sus entrenamientos sin saber quiénes eran y nos gustaron mucho. En un proyecto Erasmus conocimos Sport and Though, una organización que utiliza el fútbol como terapia. Nos parece muy interesante cómo los entrenadores se integran en las aulas como ayudantes y los resultados que obtienen en niños con muchas expulsiones.
9. ¿Con quién echaríais un partido?
Nos encantaría jugar con los Dragones de Keur Babow Ndiity. Es el equipo que creó nuestro entrenador Babow Jallow en su pueblo natal, en Senegal. Tras más de una década en España sin obtener papeles, Babow pudo regresar y se encontró a los niños de su pueblo sin colegio y sin equipo de fútbol. "No hemos arriesgado nuestras vidas para nada" les dijo, y creó las dos cosas. Nos gustaría mucho ir a visitarlos.